Han pasado años, meses y ahora nos dicen que no hay nada en la llamada “fosa de Alfacar”. Deberían haber preguntado antes, mucho antes a los viejos del pueblo, deberían haber tomado referencias de las personas sin nombre, esos que durante años sufrieron en carne propia las injurias e improperios de quienes los llamaban ilusos e ilustrados, solo porque sus palabras no coincidían en nada con los canones llamados científicos. Pero como todo es cuestión de tiempo, hay tienen la respuesta de su propia “ciencia” en palabras de la “autoridad competente” “no se ha encontrado ni una esquirla de hueso humano, ni siquiera un casquillo de bala”.
Lo que ahora deberían explicar, ¡a buen seguro que no lo harán! ¿porqué no hicieron caso de las gentes del lugar, porqué no hicieron caso de sus propios documentos, porqué no hicieron caso de estudios independientes que indicaban que no existían evidencias de restos humanos en todo el paraje; y lo más importante ¿que piensan hacer con las fosas, estas si reales, que existen en el barranco y el Caracolar de Viznar?. Espero que aunque solo sea por vergüenza se dignen siquiera encargar una investigación y no dejen que los cientos de personas que están bajo tierra su nombre desaparezca para la eternidad; aunque solo sea, porque posiblemente muchos de ellos son antecesores ideológicos de los que ahora tienen el poder.
Siempre he pensado que no tiene ningún sentido histórico realizar exhumaciones, la practica esta demostrando que muchos de los restos vuelven a otra fosa común, esta vez legal. Es mucho más útil de cara al reconocimiento histórico de los hechos, señalar la zona, adecentarla y protegerla para que las futuras generaciones conozcan los hechos tal cual sucedieron. Me temo que si no es así dentro de pocos años la represión, los asesinatos, los robos y las injurias cometidas por aquel implacable régimen desaparezcan de la memoria colectiva, de forma que el revisionismo histórico, que ya hoy estamos viendo sea una broma con lo que podría darse en el futuro.
Una sociedad que se considere justa y solidaria, no puede jugar con cosas tan serias como su memoria histórica, si lo hace correrá un serio riesgo de convertirse en un sarcasmo social; donde la verdad se convierta en trueque de interés político, dependiendo del grupo que tenga el poder. Estas cosas, que afectan en lo más intimo y sensible ha cientos de miles de familias, no se solucionan con ninguna Ley que de antemano se sabe que ni siquiera se cumplirá, estos asuntos se subsanan aireando la verdad, por muy cruda que esta sea, explicándole a los ciudadanos los hechos, preservando como verdaderos monumentos a la dignidad los lugares donde multitud de personas fueron asesinadas y sepultadas por luchar y defender una idea de sociedad distinta, o defenderse contra una usurpación del poder por aquellos que no estaban dispuestos a perder sus privilegios de siglos.
Por ultimo no es mi intención hacer leña del árbol caído, nada mas lejos de la realidad, siempre he mantenido, y lo he dicho a toda el que me lo ha preguntado, que donde esta situado el llamado “Parque Federico García Lorca” solo existe eso, un parque y nada más. Como decía al principio, refiriéndome a los viejos del pueblo, desde niño he oído contar a mis paisanos mayores, donde están enterrados, y como los asesinaban. He visto, incluso experimentado el miedo en primera persona, de los más viejos que para explicar estos hechos procuraban esconderse para que no fueran ni vistos, ni escuchados por las llamadas “personas de bien”.
Tirrudu.
Granada 18 de diciembre 2009
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