EL ANTIJUEZ Y LA CÍNICA PROGRESÍA
22/5/10
EL SUPER GARZÓN
Si la lógica jurídico-penal funciona como un silogismo tal que sobre la existencia de unos indicios racionales de criminalidad convertidos en hechos probados en la sentencia se debe aplicar la norma jurídica prevista, a fin de conducir al resultado jurídico punitivo o absolutorio que corresponda, es decir, que son los hechos los que deben encajar en la norma previa que los subsume a fin de aplicar la consecuencia que esta misma norma prevé, está claro que no es ése el procedimiento que habitualmente sigue el hasta ahora titular del Juzgado central de Instrucción número 5 de
Pero lo verdaderamente lamentable es ver a ese coro de plañideras progresistas a la vera del juez estrella. Se quejan de que el fascismo español, en su afán por impedir el desentierro de las víctimas del golpe de
La progresía española lleva sesteando desde 1975. Dando por bueno un régimen que se intitula como democrático y una transición, que se moteja de modélica, cuando no ha sido este periodo (1975-2010), sino la historia de una izquierda española acobardada y sumisa que, para su infamia, tan sólo supo dar el lábel de calidad democrática a un régimen, el franquista que quiso reencarnarse por arte de birlibirloque en «demócrata de toda la vida», sin pasar por la natural depuración de sus abundantísimos crímenes, como hiciérase con el fascismo italiano o el nazismo alemán. En el Estado español, el silencio, la renuncia y la cobardía sustituyeron a la verdad y a la justicia, y de aquellos polvos, estos lodos.
La progresía española, ahora soliviantada, bien hubiera debido exigir explicaciones al poder político, único competente para depurar responsabilidades y reparar las numerosas injusticias provocadas por la dictadura. Ni las exigieron entonces ni lo han hecho ahora al que resulta ser competente (es un decir), al señor Rodríguez Zapatero, quien con su particular modo de gobernar, esto es, esconder bajo la alfombra todos los problemas por mejor ver su pudrimiento, ha elaborado una Ley de
En cambio, el coro de plañideras izquierdosas se dirigen al juez en busca de lo que éste no puede dar, porque no es parte del poder legislativo ni del ejecutivo, sino del judicial, es decir, el que aplica -no crea ni recrea- la ley que otro poder ha elaborado. De ahí el lamentable espectáculo de unos niñatos políticos que no quisieron crecer buscando la verdad y a los culpables de su sufrimiento, sino que han preferido correr a refugiarse bajo las faldas togadas en busca del «capitán américa», del nuevo héroe de cómic con puñetas, que salvará al mundo, a su triste y acobardado mundo, de las garras de
Esa misma pueril y sosa izquierda española que ríe las gracias de su majestad porque, aunque no es monárquica, es «juancarlista», que es como decir que no se es fascista, sino solamente mussoliniano, que renuncia a sus más preciados principios, a la república, al derecho de autodeterminación de los pueblos, que jalea al instructor cuando realiza sus razias policiales contra el independentismo vasco y no repara siquiera en la cantidad de testimonios de tortura que, en boca de esos mismos detenidos, han pasado por ese mismo juzgado; ese mismo órgano judicial,
Los mismos que eludieron exigir responsabilidades a toda esa caterva de franquistas reconvertidos, a los que pusieron sin solución de continuidad en los mismos puestos judiciales y policiales que todavía ocupan, esa cuadrilla de desmemoriados que traicionaron los más sagrados principios por los que fueron asesinados sus familiares, ahora se indignan por la destitución de su Spiderman justiciero.
Mientras la izquierda independentista vasca, casi a solas, reivindicaba una ruptura con el régimen genocida, estos menesterosos políticamente se codeaban con la derechona para fabricar una jaula a los pueblos ibéricos,
Javier Ramos Sánchez
Jurista
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1 comentarios:
Acierta plenamente en la diana de la indolente "izquierda" española. Solo hay que ver la actitud de los sindicatos CC.OO. y UGT, sumisos y vendidos con las subvenciones.
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